La ESI como derecho humano
Foto: Titi Nicola
por Victoria Retamoza y Trinidad Balbuena | para INESI
Cada 10 de diciembre, desde 1948, se celebra el Día de los Derechos Humanos coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Dicho documento histórico promulgó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades, lugar de nacimiento, ni ninguna otra condición. Hablar de Derechos Humanos es hacer referencia a la Educación Sexual Integral (ESI).
La Ley de Educación Sexual Integral, sancionada en Octubre de 2006 sostiene que: “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada (…), y además agrega, en el artículo 4° que: “Las acciones que promueva el Programa Nacional de Educación Sexual Integral están destinadas a los educandos del sistema educativo nacional, que asisten a establecimientos públicos de gestión estatal o privada, desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria“. En muchos establecimientos escolares no se cumple o si lo hacen, es a medias.
La Educación Sexual Integral implica crear instancias de enseñanza-aprendizaje para el cuidado del cuerpo, la afectividad, la perspectiva de género, los derechos de niñxs y jóvenxs. Cuando abordamos la ESI no significa que se tenga que dar desde un espacio curricular específico, sino que debe formar parte del Proyecto Educativo Institucional, por ello requiere de todo un trabajo en articulación entre todos los espacios -como eje transversal- y también con las familias, con el barrio, con distintas organizaciones etc. Los contenidos de la ESI deben ser planteados transversalmente abarcando todas las disciplinas, desde el nivel inicial, la primaria y la secundaria.
Durante mucho tiempo se creyó que hablar de sexualidad era solamente referirse a la genitalidad, tema que se abordaba, específicamente, desde la biología, refiriéndose a los cambios corporales de la pubertad y la reproducción humana (y se trataba solo en la escuela secundaria). Con el desarrollo de diversas disciplinas se fue avanzando en la manera de comprender dicho concepto. A partir de la sanción de la Ley Nacional Número 26. 150 de ESI, se excede al concepto que se tenía sobre sexualidad. Ahora hablar de ESI implica también hablar de afectividad, vínculos, valores relacionados con la amistad, el amor, el placer, reflexionar sobre los estereotipos de género, el cuidado de les cuerpes, el respeto, el ejercicio de los derechos relacionados con la sexualidad.
Es por esto que la ESI aporta herramientas valiosas para el proceso de acompañamiento de las adolescencias brindando información confiable y certera que les permita ir ejerciendo la autonomía de manera progresiva, tomando decisiones libres e informadas acerca de su cuerpo y sus vidas.
Como adultes observamos a diario la gran cantidad de información de fuentes diversas que circula en nuestra sociedad a la que acceden fácilmente hoy, les adolescentes y jóvenes; en muchos casos la misma refuerza mitos o estereotipos que influyen en las decisiones que toman sobre sus cuerpes, en los vínculos que construyen en sus entornos y a la larga, en los proyectos de vida que van configurando. Ante esta situación, se hace imperiosa la necesidad de avanzar en la implementación de la Educación Sexual Integral con perspectiva de género, en el sistema educativo de manera comprometida, es decir sostenida en el tiempo.
En este sentido también se debe destacar la importancia de la ESI para la prevención y erradicación de la violencia de género en sus diversos tipos, que es necesario poder identificar para poder desnaturalizar, abriendo paso a la revisión de creencias y modos de relación jerarquizados entre varones y mujeres, históricamente construidos que nos son fácilmente observables. Del mismo modo el abordaje sobre la diversidad sexual, las distintas formas de discriminación de las que son objeto y el marco de leyes vigentes es necesario para eliminar las situaciones de violencia cotidianas que llegan en muchos casos a crímenes de odio.
Es por esto que, recordar hoy el contexto histórico y las largas luchas que dieron nacimiento a los derechos humanos nos pone ante el compromiso de mirar el presente y la cruda realidad, enfrentándonos así a los derechos que aún siguen siendo vulnerados, es decir todo lo que todavía falta por hacer en esta materia, que se traduce en vidas atravesadas por la violencia, por la discriminación, por la falta de educación necesaria para la toma de decisiones autónomas y libres, marcadas por la desigualdad.
Ante este panorama, la ESI abre un camino para acortar esas distancias.
Muchas gracias por tu aporte. Saludos.