Hablemos de placer
Por Theo Coronado (☆) y Victoria Basso (☆ ☆) |INESI
Cada 4 de Septiembre se celebra el día Mundial de la Salud Sexual y este año, la propuesta de la Asociación Mundial de la Salud es hablar del placer, entendido como: “La satisfacción y disfrute físico y/o psicológico derivado de experiencias eróticas compartidas o solitarias, incluyendo pensamientos, fantasías, sueños, emociones y sentimientos”.
Esta mirada va de la mano con poder imaginar el placer, no como un pecado, o una prohibición sino como una potencia que habita en nosotres de modo diverso, complejo, variable y que, en el marco de los derechos sexuales, debe garantizarse que sea una experiencia positiva para todes.
Muchas veces se piensa al acto sexual como una acción práctica y mecánica, como un encuentro que involucra el cuerpo desde un aspecto genital, donde sólo hay que prevenir ciertas situaciones. Esta mirada reducida deja de lado otras dimensiones muy importantes a la hora de hablar de sexualidad, como los sentimientos, los pensamientos, las expectativas, los gustos y los deseos. En los relatos sobre el sexo, la dimensión de los anhelos, los sueños y el placer, parece casi siempre desconectada, sin embargo, tal como sabemos, las personas somos un complemento de diversos factores y poder identificarlos de modo constitutivo de nuestro ser, nos ofrece la posibilidad de saltar los tabúes y prejuicios instalados socialmente para conversar sobre otras dimensiones que nos atraviesan y nos interpelan y nos ayudan a generar nuevos y sanos modos de relacionarnos con nosotres mismes y con les demás.
Para esto tenemos que pensar primero el placer en cada une, poder preguntarnos ¿Que nos gusta?, ¿Que nos da placer? ¿Con qué asociamos el disfrute? identificar las respuestas sensoriales y físicas, ahondar en nuestras conexiones emocionales y subjetivas para conocernos y también para compartir esa información con otres. El placer infiere siempre un marco de respeto, de igualdad, de privacidad, de integridad corporal y de libertad. Hablamos de autonomía porque nos da la libertad de elegir y tomar decisiones sobre, qué, cuándo, cómo y con quién compartimos ese placer. Las experiencias de placer sexual, constituyen nuestra subjetividad a lo largo del tiempo, se tornan aprendizajes sociales, relacionales, mentales y corporales. Es por ello que pensar de placer es reflexionar de cómo nos hemos educado en esa experiencia, mediante que formas, con qué recursos y estímulos han estado presentes.
El placer es un derecho humano, por lo tanto una responsabilidad hacia nosotres y con les demás, tomemos un tiempo para analizar, cuestionar y escucharnos, para revisar ese aprendizaje del placer y de ese modo ver que repetimos, que dejamos, que sumamos y cómo construiremos mejores y saludables modo de sentir, de expresarnos.
#Disfrutate #Disfrutá #TuPlacerEsTuyo
☆Theo Coronado es Activista y pertenece al Colectivo de Masculinidades Trans y parte del equipo INESI.
☆☆Victoria Basso es Docente especialista de Educación Sexual Integral, Comunicadora Social y parte del equipo INESI.