Carta abierta a la niña que fui
Por Cristina Schwab | para INESI
Querida Cristina (del pasado):
Te escribo con la esperanza de que, atravesando los intersticios de las dimensiones, en alguno de los mundos posibles, te lleguen estos consejos y te eviten, si acaso, alguno de los dolores que hoy marcan mi/nuestra piel y corazón. Antes que nada, quiero que recuerdes esto: VA A ESTAR TODO BIEN. Seguro, como que me llamo María Cristina.
La pasamos mal, igual: depende a qué edad te llegue esta carta, vas a responder a las preguntas de las tías y de la abuela sobre “tu novio del jardín” nombrando al nene más lindo, y como nadie nunca te lo pregunta, nunca dirás que te brillan los ojitos de emoción por la gringuita de pelo lacio que es tu “mejor amiga”. Pero va a estar ahí, para cuando alrededor de los veintis te des cuenta que te gustan mucho (mucho) las pibas pero te resulte imposible aceptarlo: vas a intentar mucho (MUCHO) ser heterosexual. NO LO HAGAS. No aceptes violencias de los “amigos” que te maltratan “con críticas constructivas”, ni tampoco de los chabones que serán novios a fuerza de “querer ser normal”.
Eso se llama heteronorma: buscalo en el diccionario, yo sé que te gusta buscar cosas y aprender (eso no lo perdimos, #ñoñasforever). Si entendés pronto que todo todo todo eso que dicen en la misa de que los gays y lesbianas son enfermos y rechazados por dios, y que te podrís en el infierno, va a ser todo más fácil.
Igual, acá estamos: un día vas a conocer a una mujer que te va correr todas las fronteras del cuerpo y el corazón, y ¿sabés cómo va a ser? Como cuando nos pusieron los lentes, ¿te acordás?: todo se va a ver muy claro, de golpe.
Y te vas a dar cuenta que el sexo y tu cuerpo son mucho más que máquinas de generar gente: son placer y goce e intimidad y charlas y lucha.
Parece raro,¿ no? Hablar de placer y al mismo tiempo de lucha. Es que, niña que fui, seremos mujeres que luchan. Y aprenderemos a desear el amor compañero, y nos vamos a ir a marchar de la mano, porque amaremos a mujeres valientes, y a buscar a otras compañeras que estén perdidas, y vamos a construir hogares (provisorios, a veces) llenos de unicornios.
No quiero olvidarme de decirte que prestes atención, alrededor de 2010, a lo que pasa en Córdoba. Y a la historia de Natalia Gaitán, la Pepa. Va a ser muy importante para vos, pero prefiero no spoilearte tanto.
Igual, por las dudas, te dejo la letra de una canción (nos sigue encantando cantar, ¿sabés? eso tampoco lo perdimos), que te va a tirar unas puntas interesantes. Y cuando las cantes con las pibas y les pibis, no sabés lo feliz que vas a ser.
si querés saber que soy, soy TORTA
ya me fui de lo normal por TORTA
disidente y gozosa TORTA
tengo una cuerpa gorda y TORTA
pero aquella que es bien flaca, también TORTA
aunque parezca que no soy, soy TORTA
y aunque parezca que soy, sí, TORTA
si me depilo igual soy TORTA
pero me dejo los pelos por TORTA
bien visible y orgullosa TORTA
una chonga, otra femme TORTA
una mostra, otra cool TORTA
una cis, otra trans, TORTA
ya me fui de lo normal por TORTA
la vida es corta compañera hacete TORTA
desviada tortillera TORTA
sáfica bombera TORTA
comecoño pastelito TORTA
chonga arepera TORTA
bombera anormal TORTA
comealmejas sapatão TORTA
concha alegre tortón pátrio TORTA
ya me fui de lo normal por TORTA
desviada tortillera TORTA
incorrecta e insumisa TORTA
lesbica bollera fuerza TORTA
por la Pepa y por Higui grito TORTA
acá esta la resistencia TORTA
Otro día te escribo más, este fin de semana hay marchas y las amigas me esperan. Vamos a estar bien, pequeña. Te amo.